miércoles, 13 de octubre de 2010

Cobarde


Cobarde
Te secas en mitad de un mar de azufre y no dices nada
desayunas un plato con palabras en descomposición,
te intoxica tu queja rota atorada en la garganta
comes día a día los pedazos de vidrio que suelta tu lengua muerta

estás ahí, aplastada como insecto con las alas arrancadas
una lágrima detenida a la mitad de la cara
y un no se qué de aire melancólico que a todos espanta

Por cobarde, por títere voluntario del infierno
no tienes remedio
te hundirá el peso de tus herraduras
y clamarás desde abajo del agua por piedad
por nueva oportunidad...
pero tú no mereces ni la esperanza de los condenados

¿Y si te levantas y te echas a volar?
Nada se asemeja a tu realidad
nada de libertad o autonomía
Eres tan sólo un grito que se pega en el paladar de las moscas
que recorre el vacío sin destino

cobarde niña, cobarde mujer
que se te seque el colirio de los ojos
que se te desmanche el ensueño
que el placer mundano te esté vedado
hasta que de tu boca salga el milagro pronunciado
que a unos desespera, que otros anhelan
tu verdad, simplemente, cobarde muñeca

martes, 12 de octubre de 2010

El Ojo carboncillo


El ojo carboncillo
se despegaba de un rostro lánguido
y subía hasta la mitad del universo disgregado

Allí dormía, miraba
conocía y desconocía a los soles de los desiertos

El ojo carboncillo se erigía sobre un reino de soledad y basura
se moría de a poco
en cada parpadeo lloraba una fotografía descolorida

Y vivía otra vez y volvía a morir
como un cristo con espinas en los costados
y alambrados de púa trenzados en las pestañas

El ojo carboncillo permanecía impávido
en un acto heróico de última mirada
de alma moribunda asomada a la ventana
absorviendo bocanadas de aire ardiendo
quemándose las retinas de repuesto
usando anteojos de humo negro
pegando la pupila a los pies de la vida