jueves, 3 de marzo de 2011

testigo


Sería el techo agusanado que te cantaba lamentos a eso de las seis
o la lavadora obesa de años anegados en químicos lagrimosos

Sería la bocina de los bomberos que hacía aullar de terror a los perros

Sería el tren de la medianoche que llamaba a sus fantasmas a tomar asiento

Sería la desolación del espejo sin tu reflejo
la mañana entrando por la ventana trasera
y la noche despampanante exhalando tabaco en tu oreja

Sería el pasillo con sus sombras locas
que se fugaban por los enchufes electrificando la casa
o sería tu cabeza en aquella calle vieja
luchando por absorver las voces que guardaban sus rincones
para declamarle versos ajenos a tus amantes en los paseos en bote

¿Sería allá afuera la verdad y la pureza
o era sólo tu sangre vertida sobre la vereda?