martes, 26 de junio de 2012

Sumerjete
¡te imploro!
olvida el escape, que la realidad de la materia es una molestia incesante
olvida el aire colandose por tu cabello de fuego que incendiaba los inviernos
olvida que hubo un instante en que del yugo humano te liberaste

Sumerjete
te imploro...
en la boragine diaria de la inconsciencia colectiva
en los impuestos, las tabernas, la migracion otoñal de las golondrinas
sumerjete en el hastio de la gente y su escalada al exito efimero y la condicionada sonrisa

Sumerjete
te imploro
en aguas de olvido de la libertad, de la infancia
que laven tu rostro crispado de nervios maquillandose ante el espejo
enmascarandose las marcas de una vida cansada

Sumerjete
que el tiempo, ansioso y decoroso, corroe las mantas que abrigan nuestra casa
la novedad toca la puerta del esclavizante credito
para hacernos pequeños deudores del sueño de cada noche

Sumerjete
y borra el deseo del mar besando tu cuerpo gelido
borra el recuerdo de los bosques sureños
y renace en la osadia cobarde del antifaz de la ciudad

Sumerjete en la mentira de la vulgar existencia
y abraza la cordura enferma del reinado de la miseria