lunes, 12 de marzo de 2012


Tras un congelado sueño invernal
me levanto bajo el cielo borrascoso del infierno
No más
He pedido a la luz que viaje con mi alma camino a casa
El mareo se torna siniestro y mis piernas tiemblan bajo mi peso
Veo pasar desiertos, bravos oleajes
paisajes despojados de aire
Posada sobre un rayo que acorta las distancias
va derritiéndose mi capa de escarcha,
va lloviéndose sobre la playa
¡La playa, la ensenada!
Mis ojos vuelven a abrirse ante la belleza de la tierra
Mi corazón bombea vida a mis venas
vuelvo a estar despierta...