Yo pienso que las tardes se han grabado en tus ojos
hay un ocaso en cada mirada que lanzas desde los puentes
Deseo la muerte en cada caída de tu sol sobre el océano
una muerte lenta...
que me permita oir cada nota de existencia melodiosa
Yo pienso que mis palabras no han de alcanzar tus estancias
que mi lenguaje enfermo es para tus oídos, extranjero
que me alcanzará la soledad antes que los niños corriendo desde la infancia al destierro
que mis manos no quieren soltar tus sentidos
que mis sentimientos no quieren soltar tus manos
que te ha traicionado mi cobardía de marioneta impertérrita
Yo pienso que vivo apenas en el deseo de pensar
y pensarte...
como un vicio dulce inundando mi alma de loca
mi único consuelo y fuente de cordura en medio del infierno desatado
en medio de la rebelión de los demonios que salen de mi boca
Dime que tu silencio es tu odio arañado por los gatos,
que de odio he de saciar la ilusión de mi corazón quebrado
y maullaré a los rieles que no nos vieron pasar
para elevar un canto de libertad a la medianoche entre los campos
¿Ya no me quieres, mi delirio de cuervo desolado?
Siempre he sido apenas un fantasma
quise ser real, estatua de carne y sangre
y voz trémula susurrándote promesas para abarcar instantes
Yo pienso que ahora
pesa más el descrédito y el desconcierto
que los ojos hinchados por quejidos silenciados
y que puedo llegar a un desierto de amargura inmenso si me cruzo en la parada de tu desprecio
Tu desilusión felina pasea mis calles
y se presenta en cada espejo, cada reflejo de visiones en el encierro
Yo pienso...sin siquiera llegar a formar pensamientos concretos
yo pienso sólo tu camino, tus finales, tus secretos
imaginando un tren, dos boletos
y la última exhalación desde el cadáver de mis miedos.
