Nada tuvo sentido...
las notas musicales de color rojo
se fundían en una pared permeable de corazones y labios
las olas de éste mar de algas urbanas nos ahogaron
sumergieron nuestro velero de latas de atún de domingos
y quedamos flotando en la selva submariana
en este cuarto de alquiler que rentamos con el Polo
Fumamos un cigarrillo tendidos en la alfombra de aladino
que a centímetros del suelo nos mecía en el desconcierto
y escuchamos en silencio los nuevos ecos que adornan nuestro tiempo.
"Nada tiene sentido" reí
"Sí, al fin la Nada tiene un sentido" sentenció
"Sí, al fin la Nada tiene un sentido" sentenció
Y todo se volvió correcto.