sábado, 20 de noviembre de 2010

Insight



¡Todos son tan modernos!
Me pregunto por qué mi lengua es de otro siglo, por qué me hace lucir desubicada y ambiciosa.
Si supieran que en realidad no sé hablar de otra forma.
Abro la boca y se escapan los fantasmas que inundan mis venas, quitándole espacio a la sangre y causándome asfixia. A veces creo que el ahogo es porque fumo y soy sospechosa de asma ¡pero no! son ésos entrometidos cadáveres secos que llenan de polvo mi garganta y mis pulmones. Que mal que la ciencia no me pueda creer.
Estos delirios terminarán matándome, disfrazados de alguna enfermedad típica...los doctores serán sus cómplices.
Ojalá no muchos resulten estafados...
Piensen que cuando yo muera, al fondo de mi tumba habrán fiestas con boleros ebrios donde mis fantasmas y yo declamaremos entusiasmados nuestros humildes y anónimos versos a los gusanos. Si se toman la molestia de pegar el oído a la tierra, sonreirán de escándalo y envidia
¡y luego corran! ¿acaso no huelen el fuego?
todas las noches serán incendios en el cementerio.