¡Todos son tan modernos! Me pregunto por qué mi lengua es de otro siglo, por qué me hace lucir desubicada y ambiciosa. Si supieran que en realidad no sé hablar de otra forma. Abro la boca y se escapan los fantasmas que inundan mis venas, quitándole espacio a la sangre y causándome asfixia. A veces creo que el ahogo es porque fumo y soy sospechosa de asma ¡pero no! son ésos entrometidos cadáveres secos que llenan de polvo mi garganta y mis pulmones. Que mal que la ciencia no me pueda creer. Estos delirios terminarán matándome, disfrazados de alguna enfermedad típica...los doctores serán sus cómplices. Ojalá no muchos resulten estafados... Piensen que cuando yo muera, al fondo de mi tumba habrán fiestas con boleros ebrios donde mis fantasmas y yo declamaremos entusiasmados nuestros humildes y anónimos versos a los gusanos. Si se toman la molestia de pegar el oído a la tierra, sonreirán de escándalo y envidia ¡y luego corran! ¿acaso no huelen el fuego? todas las noches serán incendios en el cementerio.
¡Sientan!.. Huele a apocalipsis la rueda compensatoria de la insurrección y la rebeldía ha vuelto a estancarse en el andén del infierno
La nueva realidad acrecienta su peso las multitudes pasean por los abismos sus diferencias sus rostros derramados de expresión llorosa se vuelven hacia el pasado oteando el origen para después olvidarlo
El nuevo cielo es violeta y a cada bostezo de los dioses se impregna de polen y así nacen los uevos ángeles
El gobierno es ahora de los niños en la guerra muertos sus ministros, soldaditos inocentes comandado buques celestes
Se ha volteado el mundo Todo es como debe ser
Rosa Amarillo color sepulcral de la tumba de los poetas del último siglo que vió correr la Tierra
En el tiempo nuevo la dicha nso abarca los pies y los hombros la soledad es la nueva sultana de los tiranos en sus jaulas
¡A montones! juventud eterna avaricia bohemia pecados originales pesadillas nocturnas a la hora de la cena
La locura es la mejor opción de los desesperados la muerte es engañosa la vida, traiciona
Así estamos mejor, créanme
locas es mejor
Se vuelven soportables los amaneceres que se inmiscuyen en los cuartos sin ser llamados con ésa luz pedante que inunda la retina con permiso de nadie
Sí, que amaneceres detestables Hacen doler el pecho y detienen el aliento
Pero así, loca tan loca
el crepúsculo matutino es una parada de tren que no existe
No veo si no quiero no oigo, no siento
Transcurre la vida con fina selescción de elementos
cielos rojos campos amarillos música arte bohemia
Lo demás es una mentira que acabará desintegrándose en el aire siendo el polvo que jalen las aves errantes
Si pudiera estaría aún más loca tanto que se borrarían las calles y sus caminantes sonámbulos tanto que el silencio se llenaría de notas en fuga del teatro al carnaval tan loca que la risa sería la única mueca en mi boca pálida
No soporto a las voces rapsodias de súplicas y réplicas desentonando en mi cabeza silenciosas, están allí en forma de pensamiento gritando histérico
¡Haced sonar una trompeta, una guitarra, un arpa! Una sinfonía cualquiera para acallar el rugido del alama alma extraña, negra, asesin
Qué culpa tiene mi alma de arrancar como rata si el silencio ya no existe si muere de terror
Cesarán los dolores de parto del mundo y estaremos hechos de agua miembro por miembros lloveremos sobre los campos nutriendo la tierra de sangre y hueso volviendo roja la savia nueva de los árboles
se acabarán los océanos minerales y nosotros poblaremos la profundidad de la noche así, medio de fuego y medio de espuma abrasaremos los sauces con llamas de pasión verdosa
Aquí voy resucitando cadáveres y arrojando flores desde los puentes exhausta y descolorida de misiones bohemias y sonrisas trémulas bajo las cortinas como una amapola encerrada en el tiempo
Aquí voy, en la senda de la maldad dónde soy el ángel de los sonámbulos la verdad a media que confiesan las monjas y las noches interminables dónde se dispersan los nombres por entre medio de calles infestadas de amantes
Aquí todos saben volar desde las ventanas en hoteles ruinosos hasta la inmensidad del mar
Aquí voy danzando y cantando necedades siendo la nueva loca de la celda número 12 y mirando con mente lumbrera los vestigios de la soledad que los maniquíes guardan en sus bolsillos
Aquí voy como un sonar de campana de iglesia como una lámina del sol desprendida de la tarde como una canción de cuna en el oído de los muertos como una última vez en un alma sin voluntad
Es mi afán por la búsqueda de palabras lo que se debería borrar
enterrar, sacrificar, cohartar
Terminar con la condena que me impuso un demonio de lenguaje delirante
¿No se entiende mi incapacidad léxica? ¿No hay piedad para el esfuerzo sobrehumano de la inteligencia subhumana?
Me he aburrido de las incoherencias No existe la perfección ¡me desdigo! y antes de sucumbir a la locura guardaré algo de depresiones realistas en mis pupilas
¿A quién puedo apelar?
...
Me despido del hambre cóncava de la idolatría, ya no respetaré más títulos celestiales...ni terrestres no respetaré más seré un pecado pirata que navegue las páginas de la biblia
¿Has pensado sobre el origen de la proyección somnolienta de los deseos? Pues yo no yo no pienso nunca es el pensamiento el que me persigue a mí ¡ah, no sé por qué! serè un lecho apto para ensueños, seguramente
Encumbro un grito nacido de las entrañas de la tierra y queda resonando en la eternidad Las partículas de ésta voz quebrada se vuelven el polvo que carcomerá el mañana
No puedo alcanzar mis palabras soy hija del vacío y allí se cobijan mis pensamientos
Y si pienso en vacío pienso en el cielo quiero subir hasta el olimpo celeste y allí desintegrar las notas de mi canto
Sólo en la vista de éste pedazo de cielo que me toca por geografía mi respiración se sosiega mis ansiedades se entierran como si sólo esa nada inconsistencia inmensa pudiera contener mi ser
Busco la libertad y me doy cuenta de mi osadía ¿cómo sobrepasar las fronteras de la consciencia para llegar a poseerla? Busco siempre la salida sin darme cuenta que siempre he estado afuera
No se puede escapar de sí mismo ésa idea me atosiga
me desesperan als cadenas de mis venas a mi corazón si tan sólo concibiera la existencia del alma perpetua pero mi alma es indómita y no se afilia a los credos no se somete al sagrado suplicio de la mansedumbre no se acepta más espinas que las que salen de ella misma
Entonces ¿dónde mereceré el final?
Dadme un limbo de agua clara donde floten indefinidamente los cuerpos desechados por la vida y la desgracia Dadme un mar de cristales rosas para lavar mi impureza y un universo que gire sobre mi cabeza que no contenga planetas
Dadme la nada, sí, la nada Dadme mi tierra nueva y mi cielo nuevo
que tantos otros prometieron y no cumplieron
Dadme un nido de versos inéditos donde reposar para siempre el idioma de mi raza
Te secas en mitad de un mar de azufre y no dices nada
desayunas un plato con palabras en descomposición, te intoxica tu queja rota atorada en la garganta comes día a día los pedazos de vidrio que suelta tu lengua muerta
estás ahí, aplastada como insecto con las alas arrancadas una lágrima detenida a la mitad de la cara y un no se qué de aire melancólico que a todos espanta
Por cobarde, por títere voluntario del infierno
no tienes remedio
te hundirá el peso de tus herraduras y clamarás desde abajo del agua por piedad por nueva oportunidad... pero tú no mereces ni la esperanza de los condenados
¿Y si te levantas y te echas a volar?
Nada se asemeja a tu realidad nada de libertad o autonomía Eres tan sólo un grito que se pega en el paladar de las moscas que recorre el vacío sin destino
cobarde niña, cobarde mujer
que se te seque el colirio de los ojos que se te desmanche el ensueño que el placer mundano te esté vedado hasta que de tu boca salga el milagro pronunciado que a unos desespera, que otros anhelan
El ojo carboncillo se despegaba de un rostro lánguido y subía hasta la mitad del universo disgregado
Allí dormía, miraba
conocía y desconocía a los soles de los desiertos
El ojo carboncillo se erigía sobre un reino de soledad y basura se moría de a poco
en cada parpadeo lloraba una fotografía descolorida
Y vivía otra vez y volvía a morir
como un cristo con espinas en los costados y alambrados de púa trenzados en las pestañas
El ojo carboncillo permanecía impávido en un acto heróico de última mirada de alma moribunda asomada a la ventana absorviendo bocanadas de aire ardiendo quemándose las retinas de repuesto usando anteojos de humo negro pegando la pupila a los pies de la vida
Por oír, ver y gritar, y una sarta de blasfemias escupir por la boca y la cabeza. Pero yo perdono a dios por no mostrar misericordia ¿y él? se aleja cantando del brazo de sus santos. Mala por no saber y por malhablar. Por sonreir a los días que nos taladran la cabeza, por engullir de un trago la pereza y el nunca jamás de los sentimientos. Qué sabe la gente sobre las buenas intenciones, sobre los versos de amor podridos y las verdades que callamos los conmovidos del infierno. Y qué sabrá la gente del arrepentimiento y la soledad. Maldad del útero y la cuna, y de la sobremesa apestando a licor los domingos; las lunas acariciando los rieles del tren de la infancia y la noche abrazándonos, como a gatos, cruzando calles y maldiciendo pecados, sueños, deseos.
Maldad de falta de culpa y de poca esperanza, de incredulidad y ateísmo corrompido por la ilusión del error añorado. Por saberes nublados de espanto tras despertares en suelos mojados y techos volados. Que se nos volvió abandono el auxilio y muerte la juventud, buscando de trazos en el camino, pegando palabras para engañarnos y hacernos creer que escuchamos cantos. Y nunca un sí o un no, sólo un vacío que no poblaba el llanto ni el dolor; apenas un sonido apagado de malestar jaquecoso, y tinta gelatinosa adhiriéndose a los zapatos, como velas en tortas de fallidos cumpleaños y súplicas de limosna de los años largos.
Así es la historia fantasma de las niñas malas, y las almas negras que encierran las fiestas en memorias ajenas.
Niñas malas mujeres locas hembras no aptas
Y el corazón ahumado que se agita en sus pechos con latir más rápido que el paso de las locomotoras de pasajeros apurados a su cita con la emancipación. Pero sin sangre, dicen sus madres ¡sin sangre!. Apartadas de la línea roja de la vital obra, como manchas de polvo en los delantales de los infantes.
Mala, pérfida, demoníaca ¡calla, calla ahora y tal vez la vida no te delata! Calla y las sobras de las buenaventuranzas podrán caer gota a gota sobre tu rostro, para lavarte con escencia bendita ésa sucia alma de rata.
Querida, que la sal purifique tu herida, y así vendrás de nuevo tú, mi niñita, a besar mi mano y dormitar en mi regazo.
Pero de qué material es el odio que no te desmancha la frente, y sigues marcada y marginada, como tus pensamientos, que más parecen brujos ardiendo en el caldero.
¡Vete, entonces, mala, a danzar con las otras malas!
y beban de su cáliz el martirio para sus vientres frágiles, y díganle a las hienas que andan buscando otras madres, y díganle a las estrellas que sus estelas ya no brillarán como diamantes; que su riqueza es la inconsciencia de la ausencia y su mirada, faros de locura en llamas.
La mañana que Sara cantaba los ríos de desidia se desbordaban el cauce de la vida se difuminaba y los relojes de acero el tiempo espaciaban
Mientras Sara su cabello de espejo peinaba la luna a los lobos, en su abandono, lloraba los árboles ante sus raíces se rebelaban su marcha a poblar el desierto comenzaban
Y cuando Sara, con sonrisa de sol, abría la ventana las sotanas de los sacerdotes se rasgaban las vírgenes en las plazas, llorando al cielo, se desnudaban ante el desconsuelo de una hadas, que con elixir de viento, se embriagaban
El tránsito se detenía y los ciegos tropezaban en la calle donde la infancia y la ausencia se besaban los versos de la ira ante la inocencia claudicaban ésa mañana que Sara daba a luz una palabra...
Cuando llueve tu mano y mi mano entonan un himno de adioses melancólicos y hasta puedo leer los trazos de tu sombra en la distancia
Se te vuelve océano el cabello y nadan en él mis besos muertos como la aurora que descubre al ahogado sediento en un canal oscuro entre la tierra y el tiempo
Cuando llueve cubrimos una onda de malos augurios con tazas de café y cenizas de lumbre Cuando llueve no te oigo ni te siento me intoxico de encierro tras un pentágono de cuarto que forma el diamante reluciente de tu silencio
Tengo un corte negro en la mano por donde quiere huir la palabra rehusada
los tintes de un día que muere en blanco y las luciérnagas eclipsadas en invierno
Los estambres de las amapolas que se corrompen y los sueños de los niños en los campamentos las horas y los incendios las malas lenguas y los gritos despavoridos
Raíces de madreselva bajo la nieve la huída de las ratas y el hambre de los siervos
El miedo de la muerte a los cadáveres de la venganza la misericordia, la promesa y el infortunio los dolores de cabeza que suben a tus anteojos los domingos y las tardes electrificantes de ansias de estallar
Y la puerta negra en la mano que se cierra no libera a nadie su deseo de libertad.
las notas musicales de color rojo se fundían en una pared permeable de corazones y labios
las olas de éste mar de algas urbanas nos ahogaron sumergieron nuestro velero de latas de atún de domingos y quedamos flotando en la selva submariana en este cuarto de alquiler que rentamos con el Polo
Fumamos un cigarrillo tendidos en la alfombra de aladino que a centímetros del suelo nos mecía en el desconcierto y escuchamos en silencio los nuevos ecos que adornan nuestro tiempo.
"Nada tiene sentido" reí "Sí, al fin la Nada tiene un sentido" sentenció
El problema es que antes de poder yo inventar cualquier doctrina, ya otros habían llegado allí. Me presentaba ante ellos con mis ansias de idólatra buscando imágenes, y los matones de un débil santo me despedían con gestois desdeñosos :"¡Lárgate, a éste ya lo adoramos!". Entonces, muda, recogía mis esperanzas de fe y me retiraba. Así me expulsaron de todas las iglesias, todos los oráculos y todas las hogueras. Cuando lso condenaron quise arder junto a ellos y me lanzé a las brasas con el fin de regalarle la redención a mi alma en una muerte santa, pero me apartaron del fuego a patadas. Sólo a ellos la muerte santa. Falsos piadosos, mártires egoístas, ángeles codiciosos. Me quedé al margen, sola y exageradamente viva. Me obligué a transitar el mundo hecha bruma con forma humana que deambula de pueblo en pueblo, una eterna extranjera de pensamiento y habla.
Cuando salía el sol me cubría el rostro. Como un trozo de nieve que cae por desgracia en el desierto, me escabullía de la luz. En la niebla danzaba mi cuerpo, evaporándose, y en invierno el cielo me arrojaba diamantes de hielo que jugaba a alcanzar, hasta que se derretían en mis manos luego de haberlas hecho sangrar. Así fue cómo aprendí a no recoger cualquier cosa que el cielo me arrojara, por cuán efímeros y engañosos son los regalos de dios.
Sus vidas se ahogaban en el licor sobre la mesa
Pedían auxilio mutuo de alma a alma
Un blues mareador les daba el tono para encontrarse
en ése límite entre la realidad y el tiempo
La Guapa enciende un cigarrillo
el poeta anónimo toma su vaso y pierde la mirada
Traga unas palabras difusas,
se bebe los versos que no llegaba a escribir.
La Guapa hablaba en el idioma de las musas nocturnas
que hacen evaporar los elixires de juventud
Palabras, tantas palabras allí flotaban:
Promesas que no se buscan
Propuestas que no se cruzan
Mentes que no se tocan
Manos que olvidaron acariciar
Lunas que no terminan
Amores inconclusos de cantina.
Quizás mañana, quizás a la vuelta
Ahora no, memoria callada
Ahora no, mi mariposa muerta
Vuela, bella, al desvelo inquieto de las princesas
a la compañía incierta de almas en pena
Y tras el velo perfumado que envenena el tabaco
las horas se les escurrieron entre sus dedos trémulos
Y el Poeta acabó el ron
quemándose los labios concanciones viejas
Me pregunto, a ver si me rebelo ante mi filosofía de la invisibilidad consciente, del pensador omnisciente y la imbecilidad muda.
En éste país sobran profesionales e intelectuales, faltan necios sin grandes sueños, dedicados a engrosar la estadística de la desocupación. Todas las nacioneses necesitan a sus perdidos como objetos de su negación al monstruo del fracaso. ¡No hay triunfos en un mundo de ganadores! La diferencia marca el afán de progreso...
¡Seamos, entonces, la gracia rechazada del círculo de los triunfos!
Busquemos en los edificios viejos la elegancia del pasado errado de nuestros padres, he allí nuestro origen de almas errantes, pero tan felices de nuestro ser mundano y caótico.
¡Felices, sí! en nuestro rinconcito de mentes alienadas de su escencia.
Era dueño del cero absoluto, del infinito, del símbolo único
y recorría todos los cielos en bicicleta
buscando una soledad auténtica, un descanso
un océano blanco
Era el todopoderoso de los versos elocuentes
y en su tanto que decir
enmudecía...
Se carcomía las manos de palabras no nacidas
porque era él la historia que se cuenta a sí misma
Así se ahogaba en su aliento carcelero,
se encerraba en su jaula de loco
y esperaba el fin del mal cuento
Porque por tanto tener, nada podía hacer
estaba atrapado en el pantano dónde esperan todas las novelas de la tierra,
acosado por cantares,
devorado por tratados filosofales,
extraviado en los límites de su conciencia
Y así se hundía el autor de unas obras muertas
incapaz de dibujar una letra
con su genialidad a cuestas
y el éxito en la punta de la lengua.
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TIC TAC
(dolor de cabeza)
TIC TAC
(y una ducha quieta)
TIC TAC (el silencio se desespera)
TIC TAC (y estalla en un graznido contra las ventanas)
TIC TAC (el espejo que se llueve)
TIC TAC
(mojando las ideas)
TIC TAC
(y un poema húmedo)
TIC TAC (acaricia su labio cereza)
TIC TAC
(el tiempo se contrae en las veredas)
TIC TAC
(y aquí se engendra en cada página la miseria)
TIC TAC
(un cigarrillo mirando el techo)
TIC TAC (el cubrepisos temblando sentencias)
TIC TAC
(el el sepelio de otra hora muerta)
TIC TAC (y el comienzo inmediato de todas las que esperan)
¡Silencio! hablan de mí...
Hablan de mí y me arreglan la vida
Soy un payaso en la cuerda floja, el blanco de sus flechas de raciocinio experimental
¡Lo siento, amados!
Es la realidad golpeándoles el pecho
Mea culpa
Mea culpa
-¡Hemos criado un monstruo de perfidias que sacudirá sus alas sobre el mundo, salpicando de infortunios la felicidad!-
Perdón, amados.
Es el fuego de un paisaje inhóspito ardiendo en mi cabeza
¡He ahí la razón de mi odio! y de mi rebeldía silenciosa, plasmada en odiosos actos de apatía. Permanezco impávida ante el derrumbe, mío y de ustedes, y del minuto presente que ya he de enterrar.
No hay regreso, queridos, estoy encumbrada demasiado alto. Apenas los veo. No me pidan que vuelva y pierda esta perspectiva fantástica
-¡Madre, soy libre! ¡Alégrate por tu hija emancipada de la Lógica!
Pero no se sonríe, sufre. Es que ya no me puede ver. No tengo pan en la boca, no sobreviviré a la fantasía mla encaminada.
No han formado un mosntruo ¡No! Soy un prodigio de vanalidad, el mal llamado defecto...es cuestión de moral que yo no jusgaría. No soy Dios, lamentablemente, ni tampoco otros, afortunadamente.
"No sufran" quisiera decirles, pero mi voz es para ustedes inaudible. Están vacunados contra la locura ¡lejanos y grandiosos! pero desarmados. Si yo pudiera los dotaría de mil lanzas de cordura para salvar sus vidas, pero los míos lo llamaraín traición. Soy del bando enemigo ¡renieguen,entonces, ustedes! Renieguen de la formalidad y viviremos juntos en el reverso del mundo. Eso ofrezco, una tierra llana para sembrar.
Pero pobres, siguen allá abajo y hablan, hablan sobre mí. Yo los escucho mientras me deshago en gotas pegajosas, caigo de mi cama y formo un charcho turbio entre paredes desiguales.
Hablan y no entiendo, olvidé el hablar y sus maneras ¿Qué haré ahora para consolarlos? ¿Volcarme sobre el futuro trazado, dormir en un lecho de glorias? ¿Cómo, cómo, madre, seré mejor? No tengo paciencia ni fe. Puedes enseñarme una oración y ponerte de rodillas, a ver si aprendo a rezar.
Estoy maldita, madre, ya no tengo sangre. Me la he bebido de tanta sed de vivir. Me sumerjo en un túnel de soledades y sostengo mi cabeza mientras caigo. Tú eres un diosa envuelta en un temporal de nubes, y suplicas por mí ante tus superiores. Gracias, aún eres la única cuenca que queda en mi rosario. Has anotado mi nombre en la lista de espera del Paraíso, te esperaré aquí sentada en el siglo de los milagros, a que me digas que tu dios me llama a su despacho.
Escucho silencio ¿se han cansado de buscarme remedio? ¡Bendito sea su cansancio vocal! ya estaba sintiendo celos de nombre, convertido en un eco interminable de reproches..
Está bien, los perdono por no apreciarme, o por apreciarme con dolor.
Me descarrilé de mi sombra, olvidé mis limitaciones e intenté volar. La ley de la física me devolvió a la pobreza de la llanura mental, y mientras tiemblo unos cantos lánguidos pegada a la tierra, ustedes, ahora allá arriba, alzan un plegaria por el retorno de mi razón.
Paraíso, le dijeron
a nuestra Tierra, así le dijeron
Y ahora la marginan, los usureros
nos condenan por traquetos
por sidosos, nos dijeron
por incultos y por negros
Como esclavos sin cadenas vendemos a la estafa
porque no tenemos, porque no podemos
y nos compran a las niñas lindas
y se las llevan al destierro
y a nuestros hombres grandes en los gobiernos extranjeros
sus facultades las sepulta el papeleo
Perdemos la dignidad y hasta el nombre
SUDACA, nada más
qué importa la identidad
¡sudaca y nada más!
y después se arrancan de la lacra sudamericana
relegada a los ghettos y a las cloacas urbanizadas
que infectamos los palacios de los estados
con nuestras voces altas y nuestras morenas manos
que robamos en Europa y traficamos en el Norte
que somos submundistas, nos dijeron
a los del Paraíso, así nos dijeron
¿Qué acaso es el infierno dónde vive el moreno?
vienen los gringos de safari
"¡Allí rezan los negros, allí inhalan los negros
allí se venden las negras, por allí cruzan los camellos!"
¡Qué lindo el paraíso convertido en basurero
con oasis de paz para los extranjeros!
Y aún así hablan del "sudaca"
que coge, que grita, que mata
cuando fueron ellos:
"¡el negocio sucio para los negros!
que planten nuestra coca y luego los metemos presos
total no entienden, total son latinos
que para eso están, dijeron
que paguen la deuda, dijeron
Y así vivimos con la marca en la frente
de poco honestos, de extravagantes
de escandalosos, de traficantes
Y la belleza la consumen como bestias
y a nosotros, las sobras de nuestra Tierra
y reclaman la deuda externa
y dictan la ley de la pobreza
financian las dictaduras, la democracia, nos matan con nuestras armas
¡todo lo manejan!
a libertad del negro,
del campesino,
del obrero
Negocian con las guerrillas y luego nos tratan de guerrilleros
de terroristas
de amenaza tercermundista
nos hacen cárceles lejos de la selva
nos privan del viento ¡cuando detrás están ellos!
reclutando niños para sus caprichos
¡Patio trasero, nos dijeron!
¡a nuestra casa, así le dijeron!
y vienen las ONGs a salvar indiecitos
del flagelo de sus padres indios
de sus hogares perdidos
"que ellos cuidan mejor a los niños"
los salvan de ser latinos, pobrecitos
Y así lloramos los que llaman sudacas
por violación de derechos
por el mundo que se hace el ciego
y creer que ayudar es imponer cultura
"civilizarnos"
y atrofiarnos el cerebros de leyes y creencias ajenas
y si pedimos ayuda, la mano engüantada nos pide una alabanza
y acabamos más adentro, más pequeños
y ya no queremos encogernos
porque somos de fuego
porque somos lamento
porque somos fieras heridas que aún claman justicia
Porque la sangre de los desaparecidos inunda el Amazonas,
Tuviste ganas de mandarte a la mierda. Sí, claro que sí. Pero ahí estaban, las luces apestantes de una mañana qe no querías mirar, la televisión sonando voces que no queríes escuchar, y el día embutiéndote por la garganta una vida que no querías vivir.
¿Y qué? ¿Y qué? Hasta cuando te comportarás como una cucaracha, te preguntas, y aunque te envalentonas de muerte continúas arrastrándote a actividades que realizas como autómata, sin agrado ni repudio, como si un sentimiento te faltara en el catálogo.
Y cuando te ves las manos, deshechas de tedio, danzando una comedia sin gracia con la materia, piensas ¡Qué carajo! y analizas cuán entretenido podría ser jugar a la ruleta rusa con tu cabeza ¡Qué no, huevón, harás llorar a mamá! y te contienes, te detienes, te sumerjes ¡y vas a sumar culpas al prontuario de papá! y no más,no más... Que harás con tanto odio sobre tu tumba, acompañando a las flores plásticas que quizás te lleve tu hermana, porque de mamá y papá ya no se sabe, porque les cagaste el pedazo de vida que aún sostenían.
Entonces te quedas ahí, como estabas, con tus manitas bailando la cursilería ésa que haces.
Que mal ¿no? no tienes libertad ni para volarte los sesos o quemarte las entrañas. Y así aguanta tu cuerpecito día a día, cada uno igual y peor, con tu mente hirviendo y colapsando que no puedes ni fumar, que se te aprietan los bronquios y luego no puedes hacer gimnasia, que estás gorda y no te mueves, como porcina y sin fiebre, fiebre de estupidez, quizás, pero que no sirve para elevarte un poquito la conciencia del barro en que chapoteas, que qué importa, qué importa.
Que mejor estaríamos con más gente, pero ni cagando llamas a los pendejos de antes, que ya te zafaste, que para qué volver a la mierda de bares y calles made in chile.
Es sólo que no has tenido buenos días...en los últimos 10 años.
10 años ¡10 años! la mitad de tu conciencia +1 y -40 de éxitos.
Que todo te aburre, que no está a tu altura el país y el mundo, que quieres amigos nuevos ¿y para qué si los vas a botar, igual que al resto? No tienes conciencia de la posesión ni la relación: los estudios, los bailes, los cursos, la gente, la ropa, los gustos, la comida, elc igarro, las calles, los dormitorios, los vasos de ron, las medias luces, las multitudes, las soledades...Eres como un universo en caos primordial, pero sin energía contenido y sin big bang ¡o quizás sí!¡con el jueguito ése de la ruleta! ahh, no, de veras que no, que mamá, que papá, que las flores plásticas.
¿Y cómo puedes hablar tanta incoherencia mientras tus manitos bailan? o pensar, porqué tú no hablas más que huevadas, pero de otro tipo, del tipo esquizofrénico, y que más encima es bipolar porque escribes con mayúsculas como gritando sordamente al papel y al vacío, donde es que se propaga la estupidez, como algunos cerebros y el tuyo, a veces. A veces también eres inteligente pero te vale mierda porque te aprendes lo que no te sirve, porque no tienes dónde cantar el himno nacional de Israel, que te linchan, y que los monjes ingleses no son un tema ameno para el almuerzo.
¿Ves, basura, como te jodes? Solita, solita hacia el barranco, pero lentita, lentita también, mascando el tiempo como si se te pegara en la lengua, y no puedes tragar porque a medio tragar tienes la Vida, y ahora entiendes porque no te tragas nada de lo que te dicen, sólo lo que físicamente se digiere y maaalo, malo.
Pobre de ti, criatura paranóica que blasfema y ve la t.v con cara de zombie drogado, que tratas de estudiar, pero pura historia, que la matemática te da alergia y el lenguaje, diarrea expresiva y entonces no te concentras. Prefieres a los Carrera, Allende y los romanos, que es como ver películas pero hechas en el Universal Studio de tu cerebro...infinitamente mejor que la creatividad yankie y con más explosiones. En literatura está Neruda, que quizás buen poeta pero mal hombre, y es que no puedo separarlos y por eso no lo banco, por cambiar a su hija por Stalin, por sepultar a la Mistral, Huidobro, Wilms Montt y Díaz Varín ¿y con qué? que el congrio y las castañas, y las mujeres mejor calladas...¡huevón! pero huevón con Nobel ¿y tú qué tienes? un cuaderno garabateado de errores más anómino que tus perros bañadaos de tierra y unas esperanzas mundiales de las que se reiría el Papa. El papa alemán ése que me recuerda a Hitler, pero al espejo y medio invertido. Cada Papa más inútil que el anterior. Si al menos volviéramos a la Era Borgia donde el Vaticano sí cumplía función, de burdel con patente...no como ahora, que es clandestino y con público de elite.
¿Y tú, idiota? ¿Cómo es que llegaste a los Papas después de amaneceres fastidiosos, flores plásticas, ruletas rusas, mamases y papases? ¡Y tus manos! que ahí siguen bailando bailando, porque ahí sigues tú girando girando, en un mundo hinchado, con el universo que es infinito y se expande, y que ilógica es, después de todo, la física, y el agua que no alcanza y el planeta que revienta, pero sin hacer bang!
Desespero
tú te deshaces también en una disgregación de vocales
Metro a metro se desmontan los muros de nuestras cárceles agujas
Hemos quedado desnudas en el campo labriego
Desesperas
y un par de palabras hacen cortes en tu llanto alelado
se nos encona la ira en un depliegue de conmiseraciones
semirománticas, semifantásticas
nada más, baby, nada más.
Escapemos de nuestras promesas, quieren asesinarnos
gráciles revolotean en tus pupilas negras
como una condena
como un sueño en una fortaleza
Y es Lucifero que me dice "¡Ven, ven! ¡El abismo es de los arrepentidos!"
Le pregunto si el vuelo hasta él me desintegrará las alas, o las covertirá en incendio
si sucumbiré en el fuego, o renaceré en él
¡Responde, rápido! El tiempo se vuelve gaviota entre mis manos
Un remolino de premoniciones fatídicas se alza en nuestro desierto
Ponte un vestido de cuarzo en medio de ésta selva
Volvámonos roca, árbol, montaña
Soy una máquina de versos descompuesta
sin aceite, vieja
Por mi mano escriben voces silenciadas,
voces olvidadas por la niebla de la semiconsciencia
me han contratado los maldecidos por la belleza;
ahora soy esclava de delirios ajenos.
No soy de éste tiempo ¡y mis contemporáneos se burlan!
Me acusan de tristeza y perdición,
de difamar a los ángeles,
de alardear de un lenguaje engalanado, pero vacío
No soy la flor de la aurora nueva
No tengo mirada de mañanas
no llevo pájaros en el cabello
vuelan todos por el mundo
y regresan en sueñoa a dictarme maravillas
Es el juego sucio de los poetas marginados;
traidores del arte iluminado,
murciélagos de mediodía.
Y con la misma ternura con que observo a los creyentes del dios ausente
(y si presente, indiferente)
así la miré yo, pensando que su fe se estaba desperdiciando,
que perdía su admiración en un atisbo de letras,
en una fuente de arte añejo y desmembrado,
un poema que recorre las hojas sin poder encontrarse.
Así son mis palabras, un tanto arribistas,
bañadas de un surrealismo poco elaborado, tosco, melodramático
Literatura intentando chapotear en un alma menos que interesante
o de una memoria sin recuerdos reales.
¡Talento Joven! Cómo poder complacerte...
Cómo bandonar las casa viejas y mudarme a la modernidad
Me quedé en la luz agonizante de una vela,
en el lenguaje de las abuelas.
Todo aquello que es bueno
lo nuevo
lo inteligente
lo vanguardista
me paraliza el cebrebro
La poesía no es de este siglo
La locura es ahora delirante y no se acompaña de elegancia
La poesía, entonces, se ha quedado sin madre.
Yo sólo intento mantenerme en un ambiente confuso
perdida entre dama y vagabunda
entre la excitación de la felicidad y la furia
la soledad
el amor
la desolación
Y aún así tomar el lápiz y escupir sentimientos que no interesan a nadie
palabras necias, el mal de los poetas.
Ella se levanta al comenzar a oscurecer
en la hora incómoda de la penumbra indecisa.
Escucho sus pasos:
mueve objetos, abre puertas, dispara decpciones.
No sé qué hacer
No sé mi ausencia le molestaría más que mi presencia
Ella me quiere
Ella me odia
Ella me encuentra irritante
Lamento no poder hacerla feliz.
La Poesía está rota desde que nos abandonó la agudez del pensamiento,
las palabras no ecnuentran nuevas conjugaciones.
El Arte del Verbo agoniza.
Hemos apagado los incendios que cantaba Huidobro con estilos prefabricados,
con voces estructuradas.
Somos llamas débiles avergonzadas ante la hoguera.
La pasión se sumerge cada vez más profundo en las almas insistentes
Están perdidas las imágenes
Están volando en el universo de lo inalcanzable
y no quedan genios paridores de versos
¿Qué es ésto? lLa generación de la burla?
¿el ansia de persistir en cadáveres literarios?
La Poesía ya no existe
sólo el recuerdo de un tiempo bullicioso,
escándaloso,
rupturista,
MARAVILLOSO.
¿Quién detendrá nuestra mano?
¡Vamos! Aquí esperamos
los culpables
los malditos
los imperdonables
Respiramos pólvora
Hermanos, el odio asfixia ¿lo han sentido?
como un licor fuerte quemando la garganta y el alma
Estamos ciegos
Perdidos...¿dónde están?
Mejor márchense, hay una bala en mi boca
¡Apártense!
Terminemos con esto
...................................................................(deténgannos)
Bailemos sobre la sangre de los idiotas
...................................................................(¿a quién le importa?)
Estamos gritando
Implorando de rodillas ante Dios, pero no escucha
..................................................................(¡date vuelta!)
¿Nos ven? ¿Estamos?
¿O es que ya nos convertimos en muerte
¿Somos el cuerpo de la ira?
Sí, el espejo se nubla de inconciencia
¡Afortunados! la locura armada les arrancará la vida
serán salvados de la mediocridad
Vamos a hacerlo
.............................................................(¿Te importa?)
Van a maldecirnos
¡Deténgannos, encadénennos, inhabilítennos!
Vano intento
Los sordos no escucharán a los mudos
Padres, convertiremos a sus hijos en mártires
y no habrá crédito para el sacrificio de la virtud
Todos irán al cielo
y él
y yo
al infierno
Eso no te importa
pues entonces, tampoco a nosotros
El mundo no va a extrañarme, no habría por qué. Ni triunfos, ni amor, ni cercanía a un sentimiento. Los sentimientos suelen corroher el alma. Son bestias voraces, enemigos de la risa y la vida. Quien quiera vivir, debe evitar sentir. Debe vez en cuando se puede dar un vistazo rápido al sótano sentimental, que huele a hierbas o estiércol, dependiendo. El mío huele a humo y sabe a niebla, nunca puedo estar mucho rato dentro. Pero ahora, esta noche que he vuelto a hablar, después de lo que parecen siglos de silencio glacial, me encuentro medio del sentir ciego de mi alma.
Nada está claro, jamás. No hay principio, no hay final ¡Cómo haberlo, si somos eternos!
Eternos fantasmas
Eternos hijos
Eternos amantes
Eternos títeres del teatro divino.
¿Divino? ¡Qué divinidad! No existe, mentira. Hemos creado la divinidad por miedo a asumir nuestra propia libertad..somos seres salvajes, al fin y al cabo, necesitamos un político universal a quién culpar. Pero no, la verdad es que el ser humano es el único gigante abusivo comprobado, y él se crea sus propias trampas.
Yo no soy completamente humana. Ni siquiera estoy aquí, en el ahora. O si estoy ahora, lo cierto es q no estuve antes. Es algo confuso, pero determinante.
Periódicamente me encuentro con otros como yo. Deambulan en las calles, generalmente donde se concentran los tumultos, pues la necesidad de fundirse en el entorno y dejar de sentirse alienados es...fuerte. Como si el caos nos mantuviera en constante estado de extasis, buscamos el desorden como el adicto a la cocaína. ¡Odiamos el silencio! Porque en el silencio se escuchan los gritos del pensamiento, que es siempre indeseado y acosador, y está irremediablemente atado a la memoria.
Recuerdos...quién pudiera prender fuego a la propia cabeza para hacer cenizas cada fotograma del pasado.
El minuto anterior ya me angustia.
No puedo pensar sin sufrir. Característica típica de las almas nuevas, inexpertas, aún demasiado toscas para tratar temas sutiles.
Pasado, presente, futuro ¡Desesperan! Si no me controlo, pronto he de darle muerte al tiempo. ¿Qué pasaría? ¿una rebelión del sindicato de relojes desempleados? No, el castigo de Cronos: ser guardían de la fila infinita de los minutos que esperan su turno para saltar al abismo. Morir en vida. Mirar al cielo cada cierto rato y exhalar azufre.
Esta noche es fría y negra. Estoy encerrada con mil espectros, y aún así, la soledad es sofocante. No quiero estar sola, no entiendo el concepto de vacío. Pienso seriamente en tomar un trago de estimulante veneno junto a estos monstruos...sí, el elixir que bebió Jean la noche en que se volvió loco, y danzó con brujas desnudas en el último equinoccio de su genial vida.
Aquí no veo más que duendes insoportables ¡Dónde están, amigos!
Quiero perderme en los laberintos de la ciudad secreta
Quiero dar oro a los mendigos y bailar a medianoche en las plazas.
Es, seguro, un mal espectáculo ¡censurable, vulgar! Pero ay, que nunca dije ser un ángel. No tengo alas y debo reptar sobre el pavimento. No tengo una corona de luz sobre mi cabeza, por lo que sólo el fuego de la ira puedo iluminarme el camino.
Estoy perdida porque quiero estarlo. No sabré de otros, salvo de los que caminan conmigo, desdichados que sólo rien si logran olvidarse de sí mismos. Es que ser nosotros es insoportable, y nadie lo comprenderá.
Mejor perder las esperanzas y no decepcionarse de los santos.
Tengo una espada atravesada en la garganta, pero no muero, no puedo, es la condena impuesta por atreverme a hablar de forma clara.
¿Qué puedo decir de mí que no ofenda?
No se debe odiar, ni hablar, ni beber, ni fumar, ni gritar. En ese caso, no se debe ser yo. ¿Se debe amar? Claro, pero sin poseer ¡Entonces cómo!. Me resigno, ya no seré aspirante a la vida, dejo mi puesto a quien quiera joderse a si mismo.
Quiero ir a un castillo de Francia
Quiero bañarme en el lago una noche de enero
Quiero salir de aquí corriendo
Quiero que vengas a buscarme y me prometas que no tendré que regresar.
Me duelen los ojos. Ya estoy sintiendo el ardor del infierno ¿es que acaso ya es hora de acabar? ¡No! no, por favor. No quiero dejar de ver o caminar. La subterraneidad me espanta. No me hagas morir esta vez, sería una mala idea, un final sin gracia ni merecedor de aplausos. Deja que siga jugando con los fantasmas que enviaste a mi cabeza. ¡Puedo crear un nuevo mundo! Puedo sobrepasarte y ocupar tu lugar..¿a quién estoy hablando? a la nada...me parece que algo no está funcionando correctamente en mi engranaje.
¿Qué delirio es éste que no conozco? ¿qué nueva hechicería? ¿qué creativos tormentps habrán de venir con los días, de la mano de una imagen querida y temida? ¿Qué será? qué será ésta sed de violencia, de energía contenida, de rabia, de ira. No es mía. Quien la puso en mi boca ha de ser un traidor de la paz. ¿Soy su nuevo instrumento? soy su nueva arma.
¿Cuándo llegará el día? Ya estoy cansada. Que el sol me salve de estas alucinaciones, que se apiade de este ser nocturno, triste de no conocer sus manos debido a la oscuridad.
No, no seré mala, no quiero serlo, aunque lo diga, aunque de ello me convenzan. ¿Qué han hecho de mí? ¿Qué patética creación forjaron en hierro?
¿Estoy marcada? No lo sé. Las marcas son la muestra física del dolor interior. Quizás lleve una gran señal en la frente y un velo negro en el rostro. Pero ya no será así. Respiraré a mil pies sobre la tierra. Nadaré en el mar verde de los bosques sureños. Estaré limpia, y el rencor...el rencor será una palabra sin significado.
¡Eh, bohemios! Sigan la luna hasta que sus pies sangren escencia lunar y lunáticas sean sus profecías. Esta noche moriremos, pero juro ¡Juro! que será el fin de las noches malditas.
Duerme, yo estaré a tu lado y no me ire jamás.
Duerme, quizás sueñes con la vida real.
Mi vida esta congelada
Mis pasos recorren lejanías celestes
y se pierden...
Regresan, y recorren otra vez la pobredumbre de pasillos oscuros
Un mundo de hombres salvajes e historias vanales
Esta es mi vida desde antes que viviera
Una vida de silencio, de plegarias sordas
Lleno de censuras, lleno de culpas
Aunque ávido de milagros
Mi cuerpo es maravilla y letargo
hambre cubierta de sayal negro
Vestidura santa...¡vestidura inmunda!
maloliente, pegada a mi piel desde el bautizo a la tumba
Que el pueblo teja sus historias tortuosas
Que sume pecados a su acta mortuoria
Que mate en la sangre su sed de riqueza
Pues el monje, este ser triste, diminuto,
ha de dejar su lecho en la oscuridad
para salvar con cantos viejos el alma de los inocentes
Canto, escribo, rezo y me entierro
Me entierro en las piedras de la cárcel sagrada
sagrada ¡pero jaula!
Soy una sombra penitente por tanta angustia de mi vida que no fue,
de la mujer que no tuve, de los hijos que negué
Los rezos se apagan
Las cadenas de la fe me arrastran fuera del mundo,
me atan entre el cielo y el infierno
Como un títere, juguete de Dios y el Diablo
El viento de los siglos mece mi hábito en los caminos
Atado, obligado, silenciado
Deformidad de pensamientos
Magnífica comprensión de la realidad relativa
Ilusión infantil frente a los monstruos de la conciencia
La claridad de tu alma ilumina mi visión
Espanta mis demonios y los lleva presa de un cuadro
En una dimensión plana se encarcelan ante mí
Y muestra en un segundo la guerra que se libra en mi cuerpo
Pinta, pinta Dalí
Llévate los tormentos encerrados en el sueño
Que éste se vuelva a poblar de hadas
Que deje de una vez la oscuridad en la que el mundo lo sumergió
Hace tiempo, siendo niños, hace mucho...
Saca los espectros de la mente
Enciérralos en un lienzo entre colores vivientes
Provoca la danza de los pensamientos equívocos
Pensamientos que la razón rechaza
El tiempo, el espacio, la gravedad
La ciencia no te acompaña
Estás fuera de la lógica imperante
Así que vacía tu cabeza de imposibles
Y sal a vivir con la gente dormida que transita la vida
El mundo cotidiano, vulgar, denso, asfixiante
¿No es más fácil combatir los demonios internos
que todos aquellos que pueblan la tierran?
Pinta, pinta Dalí
Exorciza mi alma de espantos viejos
Deja que los contemple en la libertad de la distancia
Deja que los contemple en su nueva jaula de pintura
Colores y trazos dibujados por el pincel de la locura
Carcelero de delirios
Guardián de mitos y mundos flotantes
Custodio de la llave de un subconciente sobrepoblado
El Creador ausente te ha encargado nuestras almas
En tu cabeza reluce la corona de un dios
Cuyos adeptos avanzan en caravana hacia la demencia.
La imagen del espejo se envuelve en niebla
Y devuelve la escena difusa de un árbol que agoniza
Las estrellas caen sobre la tierra, en una lluvia de lágrimas estelares
La selva grita como niña
Arido llanto lleva el viento en el desierto
El genio está muriendo...
Soledad y frío abrazan su cuerpo
prisión de ideas monumentales
que esperan asustadas la hora en que nadie hable por ellas
y se pierdan en una habitación corrohída por el gusano del tiempo
Muere el genio y con él, el universo
Pobre hombre víctima de su mente
Pobre niño olvidado, condenado a vivir
en la irracional razón del artista
que respira por orden de la Belleza
Sus propias palabras fueron aplastadas por la música
Su cuerpo, convertido en mero instrumento de creaciones vivas
El arte lo asesina...
Y aún sobre su lecho en habitación miserable
puede escuchar la melodía de su delirio
Se acabaron los trucos del mago
Se va de a poco, difuminándose en colores musicales
Que se lo llevan al escondite secreto de sus víctimas
La última morada de los músicos
Mundo sublime de seres sonoros
Donde cada cuerpo es una nota que compone la Creación
Fuimos ángeles...
No siempre hemos sido monstruos
Caímos como gotas en una lluvia de traiciones
Caímos desde el cielo al infierno
Caímos de las flores al estiércol
Caímos en un grito y Dios no nos perdonó
Fuimos luz...
Nuestra mirada sembraba llamas en las almas
Iluminábamos el camino de los perdidos
y todos nos seguían por la senda de la felicidad
Hasta que una corriente negra nos arrastró al fondo
Hoy volamos como pájaros negros sobre la esperanza
Fuimos niños
Jugando a vivir en cuerpos incómodos
Nos llevaba el viento, nos llamaba el sol
Besábamos la lluvia, mirábamos a los ojos
Hasta que un temporal de nieve nos volvió de hielo la sangre
Fuimos buenos...
El corazón era blanco, nos vestíamos de piedad
Lloramos el llanto de otros
Cargamos en nuestra espalda su dolor
Antes de que el Cielo se escapara
Antes de que el mar se secara
Antes de que el rencor nos encadenara
Antes de que Dios nos abandonara
No quiero gritar ante una corte
"¡Mi cliente es inocente!"
Cuando sus ojos criminales me dicen que miente
Prefiero el silencio de un monasterio
Caminar entre siglos traducidos en estantes
¡Quemadlos, padre!
¡Quemad a los blasfemos libros!
Soldados caídos de un pasado oscuro
Que quieren utilizarme como arma
Para reconquistar el mundo del que fueron desterrados
Quemadlos
Porque sus letras me llaman a ser su madre
A darles a luz en este siglo desconocido
Quemadlos
Antes que traicione a la Sagrada Ley, con la Filosofía Griega
Atad a los monstruos que salen de mi boca
Porque es por ellos por quienes hablo hoy
Encerradme, con la razón como carcelera
A ver si la fiebre escribana deja en paz a mi cuerpo
Enfermo de delirios poéticos y saberes olvidados
No dejes que insista en transcribir su legado
¡Virgilio, Cicerón, Livio!
A la muerte los llevaron sus pasos¡
Bien muertos han de quedar!
Enterrados bajo piedras de ignorancia
Locura, padre, tu hijo está enfermo
Acosado por secretos atrapados en el tiempo
¡Hagamos una hoguera!
¡Que el fuego deforme el rostro de las palabras!
Que ardan, cual brujas que han hechizado mis ojos
Y guardan el sueño que me han robado
Oculto entre páginas cargadas de voces muertas
Quemad todo, padre
Quemad a los sabios
Quemad la inteligencia
Quemad la belleza
Y, de paso, quemad también mi alma.
La letra es sangre que mana directamente de las ideas
La vida es roja como el fuego
y se consume a ella misma como una prostituta egocéntrica
Soy joven ¿y qué?
No me entienden ¿y qué?
Sociedad retrasada, incapaz de ver al ángel disfrazado de bohemio
¡Fui enviado a probarlos, a ver si son dignos del cielo!
Y este fuego que arde
Y esta cabeza que estalla
incompetente, inútil y muda
esclava del lenguaje precario
Aspiro a la luz...
Un poco de calor que reviva mi cuerpo frío
Que me devuelva la vida que perdí en este escritorio
Las palabras se la llevan...
Consumen mi aliento como seres hambrientos que han salido de la cárcel
y ahora maltratan los barrotes de mi alma
La luz de la vela se extingue
Las horas pasan en vano
¡La creación es una mierda!
¡Me pierdo, esto me queda grande!
La perfección me sonríe desde lejos
mientras yo me hundo en el barro de la crítica vulgar
que profana lo sagrado de la poesía
Esta poesía que se burla de mí y de mi pobre inteligencia de humano
No puedo, no puedo, Dios
El papel escupe sangre, herido con letras comunes e imperfectas
¡Asesino la escritura!
al igual que esos espartajos
falsificaciones de poetas que me aborrecen
Soy joven... ¿y qué?
No me entienden, yo tampoco... ¿y qué?
La vida se me está yendo entre signos incomprensibles
Se vienen los infiernos sobre mí
Las palabras no sirven, se mezclan en un texto ambiguo
Muero sin amor, sin habla y sin perfección
Muero en el siglo de las calles húmedas y malolientes
Y el sueño del genio se va conmigo a la tumba
¿Y qué?...
Estuve soñando, y la lluvia de hoy disipó la niebla.
¿Se siente cómoda, Lady Nadie, siendo rata?
¿Escabulléndose entre los túneles húmedos del tiempo?
La realidad penetra nuevamente por los agujeros de mi mente, trayendo consigo palabras incriminatorias que intento atrapar en mis momentos de claridad. Se me hace difícil...la magia me abandonó al momento de rechazarla, con aires de orgullo narcisista:
¡No te necesito! ¡Olvídate de mi alma como ejecutante de tu delirio!
Pero aún así somos amantes encerrados en el círculo del vicio literario; la llamo nuevamente y suplico el fuego de sus susurros creativos.Viene, no viene...
Es ésta mi manera de hablar, siempre escondida y desvirtuada por un idioma iracundo. Pero ¿qué es la ira? el motor de mis capacidades, lo peor de mí como postulante a la mediana salvación.
Tuve todas las religiones y ahora ninguna. Floto en el limbo de la consciencia autosuficiente, que no me alcanza ni para creer en el mañana.
Conozco a los santos y a los caídos, que envidian mi estado neutral y mi desconcierto. ¿Por qué habrían de sentir celos de un insecto, perdido en sus pensamientos de alas cortas? Volando, molestando en el oído de Dios, con la amenaza de dejar de ser por cualquier golpe, o ser arrastrado por cualquier corriente.
La amiga tristeza no quiere que la abandone. Me recrimina la risa y me atosiga con su melodía aletargada...me dejo envolver como un barco ebrio en la tormenta.
¡Suéltame, perra!- le digo, porque entiende a malas palabras...las de la ofensa y el desprecio. ¡La niña quiere soñar y bailar! pero su alma se corrompe de desdichas ajenas.
Hoy quiero irme del mundo otra vez. Tomar la carretera norte hasta el fin de la vida. Morir en un campo de trigo con el sol estallando sobre mi cabeza, fundirme en llamas.
Pero la muerte no es la mejor opción para los discípulos de la Duda. Tomar la mano fría de la extraña dueña de la guadaña parece un acto de estupidez e ingenuidad aberrantes. Prefiero seguir aquí, en estas calles de la ciudad despierta, y abrazar los vicios permitidos a las almas desposeídas. El consuelo de Dios: brindar regocijo terrestre a los rechazados del Paraíso.
¿Cuándo los sentimientos tendrán la deferencia de presentarse ante mí? Recojo uno que otro abandonado en alguna esquina, o revivo los que se han quedado en mi memoria. Pero el catálogo de emociones va quedando obsoleto...¿Cómo explico que quiero y no puedo, a la sociedad altrusita, que duerme en el sueño utópico del éxito sin fronteras? No sé cómo, y callo ante mi imposibilidad de comunicación con el ser humano. Aprendo costumbres, movimientos, frases elaboradas por otros fantasmas callejeros...lo que sea que se adapte a las expectativas. Apuesto al personaje que me logre levantar cada amanecer, que pueda con el peso de ése otro yo abnegado, y lo haga responder lógicamente a las exigencias diarias.
¡Oh! Cinismo puro en mi cabeza...mejor me la arranco antes de contaminar mi espíritu con filosofía-basura. Me convertiré en una bomba de emocionalidad construída en base a deseos. Sin criterio, sin juicio, sin posibilidad de pensamientos que me entorpezcan el sueño.
Es que no basta el amor caballerezco para una princesa desterrada, maldita por el cielo y rechazada en el infierno. Colocada en la línea entre tierras enemigas, criada para resistir las inclemencias de gobernantes descerebrados, descorazonados, ciegos.
Yo soy Lady Nadie, la dama de los vagabundos, señora de las bestias nocturnas, cuyo reino se erige sobre un milagro interrumpido.
Suplico honestidad para mi alma autoflagelada.
Suplico caricias puras para mi corazoncito negro.
Suplico el arte de los poetas muertos en mi tránsito nocturno.
Suplico irreverencia ante mi miseria
y desapego para sobrevivir a mis sentimientos.